Cuando la Tosepan Titataniske estaba por cumplir 40 años de vida
organizada, se realizaron una serie de talleres en el marco del
ejercicio denominado “Sonándonos en el territorio” (para los próximos
40 años). Este ejercicio se realizó con una gran representación del
pueblo maseual organizado en la Tosepan; después de más de seis meses
de compartir sueños, se fue sintetizando un pequeño documento todas
aquellas miradas y anhelos en común; y de este documento resaltamos
una de las reflexiones que compartimos a continuación.
Al realizar este ejercicio con las personas que nos han antecedido,
(hombres y mujeres de mayor edad) encontramos que uno de los elementos
coincidentes del pueblo maseual con el cooperativismo es el
poukaitalis (considerar al otro); porque el cooperativismo considera
colocar siempre a la persona (hombres y mujeres) en el centro, antes
que a las cosas o al dinero.
Así mismo resaltó el principió de Takoujtamatilis (saberse como en un
árbol) que en español traducimos como confianza. Quizá este principio
representa la columna vertebral, porque el sueño mayor es el
Yeknemilis (Vida Buena) y esto representa el tronco, que a su vez nos
permite tener ramas fuertes, ramas que nos permiten caminar hacia los
procesos de gobernanza y vida comunitaria, procesos productivos
bioculturales, entre otros, para vivir en un pueblo y entorno sano.
Con esta confianza caminamos hacia Santa Cruz Cuautomatitla para poner
en práctica los principios con los que se conducen los pueblos
organizados en la Unión de Cooperativas Tosepan.
Porque un corazón bueno actúa en consecuencia y cuando se brinda algo
se da con las manos, con las manos se da el corazón.
Así la asamblea de socios, decidió que era el tiempo de regresar un
poco de lo mucho que la Tosepan ha recibido de diversas manos durante
estos 40 años.
Devolver esa mano a otros, que como nosotros han sufrido en carne
propia el quedarse sin nada, como cuando nuestras familias se quedaron
sin café, después de una helada no esperada; en esta ocasión fueron
nuestras hermanas y hermanos de Cuautomatitla quienes se quedaron sin
casa, y entonces nos encontramos en la subida a los compañeros y
compañeras con quienes hemos caminado otras batallas, enfrentando
aquellos proyectos de muerte que amenazan a nuestros proyectos de Vida
Buena.
Como semilla brotó la confianza y está fue trasplantada en la
germinada Fundación Tosepan. Al buscar nombre a este proceso de
caminar juntos, se decidió recuperar el concepto de Tamakepalis (ayuda
mutua, ayuda entre hermanos) en nuestros pueblos este principio tiene
un antecedente, y es la voluntad de tomarse de las manos para
enfrentar el trabajo, la adversidad y la festividad; porque eso es lo
que nos hace comunidad. Entonces, cuando decidimos tomar de manera
colectiva una tarea, le llamamos tamakuilis (tomar en las manos) y
tomamos la tarea en grupo; en estos años hemos aprendido que para
hacer las cosas no basta la buena voluntad y el agradecimiento, por
eso tenemos como principio devolver la mano, esa mano que nos dieron
otros y otras, porque mientras en el campo se siembran las semillas o
se plantan la zapatas de una casa, en las cocinas de las anfitrionas
se prepara el alimento a varias manos y es así como nuestros espíritus
se alimentan. Porque en el ayudar a los otros y otras que también son
como nosotros, está el Tamakepalis.
A un año del movimiento social que desató el terremoto, desde el
pueblo Tosepan mandamos señales de ayuda mutua, de ayuda entre
hermanos y hermanas, y dejamos en el terreno de Santa Cruz
Cuautomatitla, semillas de Tamakepalis.