El 19 de septiembre del 2017 será recordado en la historia de México
por la devastación que dejó el sismo de 7.2 grados en la escala
Richter en varios estados de la República. En la comunidad de Santa
Cruz Cuautomatitla (municipio de Tochimilco, Puebla) enclavada en las
faldas del volcán Popocatépetl, el sismo dejó a muchas familias sin
casa. El día de hoy, a exactamente un año del desastre, esta comunidad
ejemplifica la superación, da muestras de resiliencia y organización
para reconstruir sus hogares y sus vidas.
Fue la energía de los vecinos de Santa Cruz Cuautomatitla que dio
impulso a la iniciativa Tamakepalis. La construcción de albergues
familiares de bambú, fue la estrategia que permitió dar una respuesta
inmediata en el proceso de reconstrucción de la comunidad. A partir de
esto se pudo vislumbrar la posibilidad de emprender la reconstrucción
definitiva, apoyados por la Unión de Cooperativas Tosepan, el
CUPREDER-BUAP, un selecto grupo de organizaciones e instituciones y el
apoyo económico de donadores que cooperaron con la campaña de fondeo
colectivo impulsada.
Se inició un proceso que comprende la reconstrucción de más de 30
casas y la reparación de otras 70 que tuvieron daños parciales. Tras
un año de vivir esta experiencia, que ante un momento de adversidad
les dio la oportunidad de juntarse para trabajar por la reconstrucción
de la comunidad, ciudadanos de Santa Cruz Cuautomatitla han iniciado
un proceso de reflexión con todo el pueblo. Reflexionar es algo que
comúnmente se hace en los pueblos de México, cuando se quiere
comprender mejor los resultados de lo que se ha hecho y para planear
las acciones futuras de lo que queremos hacer. Por eso, ante este
ejercicio de acción colectiva para la reconstrucción de Santa Cruz
Cuautomatitla, es necesario que se de la oportunidad de hacer una
reflexión también colectiva.
En conmemoración al primer aniversario del temblor que ha sacudido el
pueblo, las familias Santa Cruz Cuautomatila se reunieron para
compartir relatos sobre los aprendizajes y enseñanzas que dejaron este
acontecimiento. Se reflexionó sobre los proyectos que tienen los
habitantes para los próximos 10 años en la comunidad y se acordó que
la experiencia de Tamakepalis ha servido y puede ayudar aún más a
impulsar que este pueblo siga adelante. Se acordó seguir con el
proceso de reflexión y promover otros momentos de reunión para
promover la participación y la acción colectiva.
La enseñanza que queda a los participantes de Tamakepalis también debe
ser señalada:
`
Desde Tamakepalis, hemos aprendido que no hay desastres naturales,
la naturaleza lleva su propio camino. Lo desastroso es cuando, ante
situaciones de dificultad, no sabemos organizarnos y actuar
colectivamente. La experiencia de Tamakepalis, no solo ha generado
procesos de reconstrucción de los pueblos damnificados, sino que ha
vivenciado la importancia de los valores de cooperación y solidaridad,
y el fortalecimiento del arraigo comunitario. Estas experiencias
muestran que hay otras formas de organizarnos, pensar nuestro
territorio y que la fuerza interior que nos hace comunidad es lo que
construye un proyecto de vida por el bien común.
`
A un año de aquel sismo que sacudió la tierra, podemos agradecer que
esos movimientos telúricos acercaron la voluntad de muchas personas,
que han hecho de la iniciativa Tamakepalis una verdadera ayuda entre
hermanos.
¡Tasojkamatik Miak! Gracias por ser parte de este esfuerzo.